Los Pomerania son esas pequeñas bolitas de pelo preciosas y activas. Lo que se suele desconocer es que, en realidad, proceden de un grupo que tradicionalmente integraban perros más grandes, de vigilancia y de compañía: los Spitz alemanes.
Los Spitz alemanes descienden del «canis familiaris palustris Rüthimeyer», un perro de la tundra que existió durante la Edad de Piedra. Por eso, se estima que esta es la raza más antigua de toda Europa Central y de ella surgen gran cantidad de razas. En los países que no son germánicos, los Spitz de tipo lobo son más conocidos como Keeshond. Mientras que los enanos son los famosos Pomerania, de quienes queremos hablarte hoy.
¿Cómo son los Pomerania?
El rasgo más distintivo y especial de los Pomerania es su precioso pelaje, en colores negro, pardo, blanco, anaranjado o grisáceo. Un pelaje largo y recto, separado por una especie de lana interna muy tupida, que contribuye a que el pelo de estos ARISTOPERROS parezca tupido y voluminoso. Llama mucho la atención la melena abundante que tienen en torno al cuello, como si fuera una bufanda o un fular muy calentito. La cola también está poblada de pelo largo y suave, y resulta muy gracioso verla volteada hacia arriba y extendida sobre su espalda, como la boa de una estrella del cabaret.
Su cabeza nos recuerda a la de los zorros, con esa mirada inteligente, ávida y despierta, pero también afectuosa (especialmente cuando inclina la cabeza para mirar a sus dueños), de ojos castaños, medianos y risueños. Su trufa, negra, pequeña y redonda, contribuye a dulcificar su expresión. Mientras que sus orejas puntiagudas y muy cercanas entre sí, le dan ese toque irresistible. De hecho, cuando ves un Pomerania en acción parece quererte decir «aquí estoy yo», algo a lo que contribuye su trote ligero, como si estuviera volando.
Los Pomerania suelen medir entre 20 y 22 centímetros. Y su peso oscila entre 1,9 kilos y 3,5. Su pequeño tamaño facilita los desplazamientos y los viajes, como nos contaba en este reciente editorial la modelo Mar Saura sobre su Pomerania enano Willow.
¿Cómo se comportan los Pomerania?
Por sus orígenes, el Pomerania siempre está atento. No se le escapa nada. Los ejemplares más jóvenes son sorprendentemente activos y en todos los casos suelen presentar bastante dependencia de sus ARISTOPADRES, por lo que es importante educarlos bien desde pequeños para que no sufran en exceso la ansiedad por separación.
Los Pomerania, además, tienen una facilidad sorprendente para aprender. De hecho, aprenden rápido y se les puede entrenar para que aprendan trucos, pero también las normas de conducta básicas.
Por lo general, desconfían bastante de los desconocidos por eso son unos grandes vigilantes. De ahí que antiguamente ese fuera su rol en casas, terrenos y granjas. Hoy en día, como reyes indiscutibles de la familia, no se espera eso de los Pomerania, pero aún así siguen llevando dentro esa predisposición a proteger.
¿Cómo cuidar de los Pomerania?
Pese a su pequeño tamaño, los Pomerania son robustos y tienen una resistencia enorme a la intemperie (gracias a su pelaje). La mayoría de ejemplares son muy longevos, por lo que ese es un factor muy a tener en cuenta.
Desde luego, de cara a elegir un Pomerania como compañero de vida, la longevidad es un aspecto importante, ya que es como una especie de promesa de que, si todo va bien, estaremos juntos durante muchos, muchos años. Claro que hay que ser conscientes de que un perro senior requiere muchos cuidados específicos, tanto en alimentación como en estilo de vida. Aunque, por supuesto, también presenta muchas ventajas.
Asimismo, debemos poner el foco en la longevidad de esta raza desde las primeras etapas de su vida. Ya que un perro sano y bien cuidado hoy tiene más posibilidades de disfrutar de una mayor calidad de vida en el futuro. Por lo que hay que cuidarlos con la vista puesta en su vejez.
Si tienes un pomerania, estamos deseando ver sus fotos y que nos cuentes cómo es tu vida con él. ¡Esperamos tus comentarios en nuestras redes sociales!