Como la mayoría de las especies animales, los gatos adoptan la información necesaria para vivir de sus madres, además de las primeras muestras de cariño y los cuidados básicos mientras no pueden valerse por sí mismos. Sin embargo, en muchas ocasiones por diferentes circunstancias los recién nacidos terminan separados del lecho materno por lo que se deben de tener en cuenta una serie de factores a la hora de cuidarlos.
En cuanto a su temperatura corporal debemos ayudarles a entrar en calor con mantas sin que sean demasiado pesadas para que no queden atrapados ya que los pequeños están acostumbrados a mantener el calor gracias al regazo de la madre.
Por otro lado para dormir, es importante ofrecer al gatito un espacio en el que esté bien, manteniendo la temperatura que necesita. Existen cunas especiales para cachorros pero lo esencial es que esté situado desde donde lo puedas vigilar con el fin de evitar cualquier tipo de peligro.
¿Cómo alimentar a un gato recién nacido?
Hasta el primer mes de vida los gatos solo pueden consumir líquidos por lo que en su primer fase debemos suministrarle leche para gatos recién nacidos, que se vende en polvo y esta elaborada a base de leche materna de la especie. Para sus suministro podemos conseguir un biberón para gatos o bien una inyectora de jeringa sin aguja y suministrárselo entre 2 y 4 veces al día dependiendo de las necesidades de cada animal. Los neonatos necesitan alimentarse cada 2-3 horas durante las primeras tres semanas e incluso si los gatitos son recién nacidos o tienen 3-5 días posiblemente necesiten tomar cada hora y media. Debemos de recordar hervir las tetinas antes de utilizarlas intentando utilizar agua embotellada para la preparación del biberón o en su defecto hervir el agua antes de hacer el preparado con la leche en polvo. La leche debe estar tibia, si está fría la rechazarán y si está demasiado caliente pueden quemarse, por ello, antes de darles el biberón comprobaremos la temperatura de la leche en la zona anterior de la muñeca dejando caer un par de gotas sobre nuestra piel.
Es muy importante tener en cuenta que bajo ningún concepto debemos alimentarles con leche de vaca ya que puede producirles trastornos en su aparato digestivo y que corran peligro. A partir de esas cuatro semanas el gato podrá comer sólidos.
¿Cómo cuidar la higiene de un gato recién nacido?
Aunque en algunas ocasiones muchas crías de gato aprenden por sí mismas a caminar hasta los areneros o los jardines para cumplir con sus necesidades fisiológicas, en otras somos las personas encargadas de sus cuidados los que debemos ayudarles y estimularles. La manera correcta de hacerlo es pasar suavemente un algodón húmedo por la zona genital y anal del recién nacido sobre el arenero para hacerle ver la relación de la acción con el lugar.
Al igual que los humanos, los mininos con pocos días de vida maúllan por muchos motivos diferentes como hambre, frío o malestar pero no hay que preocuparse ya que cada gato es distinto y muchos maullarán de manera escandalosa y otros apenas lo harán.
En cuanto al cuidado de las uñas de nuestros ARISTOGATOS es muy importante contar con rascadores y mostrárselo cada vez que le descubramos rasgando cosas que no debe para de esa manera enseñarle el hábito de utilizar el rascador para afilarse las garras.
Siempre tenemos que ser conscientes como buenos ARISTOPADRES que lo más importante es la salud y bienestar del pequeño por lo que desde su nacimiento necesitan supervisión médica y asistir al veterinario ya que un gato recién nacido es sumamente delicado.