Se empieza por una figurita, un imán para el frigorífico, un Maneki Neko, el gato de la fortuna japonés. Se sigue con una preciosa taza minimalista gatuna como las que tenemos en ARISTOSHOP; con un cojín con gatitos estampados; con una fotografía artística de tu gato enmarcada, tamaño A5… Y cuando quieres darte cuenta, tu colección de objetos felinos se te ha ido de las manos. Mires donde mires, todo lo que te rodea son ejemplos de tu amor por los gatos. La pregunta es ¿dónde vas a meter todo eso?
Eso debió de pensar Vera Novosyolova cuando se decidió a fundar el «Museo dels Gats» (el museo de los gatos) en Lloret de Mar (Gerona). Corría el año 2002. Vera había recopilado muchísimos objetos relacionados con el mundo de los gatos a lo largo de su vida. El primero lo adquirió en una feria turística de Riga. Al cabo de los meses, las estanterías de la agencia de viajes que regentaba se fueron llenando de gatos. No fue algo premeditado. Simplemente pasó. Tal vez para resarcirse, inconscientemente, de una «espinita» que tenía clavada desde niña. Y es que Vera jamás pudo tener ARISTOGATO en su infancia, ya que debido al trabajo de su padre, la familia estaba continuamente trasladándose de una ciudad a otra. En el momento de la apertura del museo, ella y su marido atesoraban más de 12.000 objetos que aunaban sus dos pasiones, los gatos y el arte. Por eso se animaron a abrir esta sorprendente galería.
La exhibición permanente muestra alrededor de un tercio de los 12.000 objetos que posee Vera, repartidos en seis salas de una antigua casa de pescadores junto a la playa de Lloret. En la fachada, un sonriente gato da la bienvenida a los visitantes:
Entre los artículos de la colección destacan juguetes de la antigua Unión Soviética, monedas, teléfonos, gafas, bisutería… El visitante también encontrará obras de porcelana, vidrio y bronce, teteras, bordados… Además de pinturas de diferentes estilos, procedencias y autores (algunas de ellas datan del siglo XVII). Por no hablar de la selección de 4.000 postales que forman la colección y una buena muestra de pósters de diferentes épocas, la mayoría de ellos publicitarios, en los que los protagonistas son los gatos.
Estas son algunas de las obras que pueden verse en su interior:
Desde luego este es un museo para los amantes de los gatos, para todos aquellos que disfrutan viendo todo lo que los felinos sugieren y evocan a artistas o creadores de cualquier índole. Pero también es un museo apto para todos los amantes de los «museos raros», es decir, museos que van más allá del canon cultural, museos que avivan el debate de «qué es arte y qué no»… Porque aunque, en su origen latino, un museo era «el lugar consagrado a las musas», hoy en día es mucho más. También puede ser el lugar donde se exhiben objetos o curiosidades que pueden atraer el interés del público, con fines turísticos.
El que nos atañe está abierto de lunes a sábado de 10h a 13h30 y de 17h a 20h. Si se desea pueden hacerse reservas telefónicas para visitar el museo fuera del horario establecido. El museo también dispone de tienda de recuerdos, por si queréis aprovechar la ocasión para regalarle un souvenir a algún otro ARISTOPETER….
Así que ya sabéis: ya tenéis una actividad programada para vuestra próxima escapada a tierras catalanas. Por solo 3 € (más un euro adicional en caso de que queráis tomar fotos) podéis perderos entre obras de arte gatunas y descubrir un sinfín de objetos originales y curiosos. Hasta entonces, para quienes no puedan contener la impaciencia, cabe la posibilidad de ver el museo con los ojos de otro…