En alguna ocasión os hemos hablado de los peligros que entraña el calor para nuestros queridos ARISTOPETS. De hecho, os hemos dado consejos para evitar que los ARISTOPERROS sufran un golpe de calor, así como para proteger a los ARISTOGATOS en casa.
Sin embargo, no solo el exceso de calor es peligroso. También lo es el frío. Sobre todo cuando uno se enfrenta a cambios bruscos de temperatura. Como ocurre cuando, por ejemplo, estás en casa con la calefacción a tope y toca dar el último paseo del día con tu mejor amigo… Esto es arriesgado tanto para nosotros como para nuestros perros. Pero cualquier ARISTOPADRE responsable y cuidadoso se asegura de que su perro salga de casa bien equipado, con abrigo, impermeable o lo que sea necesario.
Como siempre, el problema está en los dueños irresponsables o negligentes, que no se paran a pensar en las consecuencias que puede tener el frío para sus perros. Personas que creen que «por ser peludos» pueden estar perfectamente a la intemperie. Por suerte, hay lugares en los que ya se están tomando medidas para garantizar la seguridad de los perros, en entornos de temperaturas extremas.
El estado de Illinois (EE.UU) promulgó el pasado 1 de enero de 2016 una modificación de la Ley de Cuidado Humano para Animales, que establecía que ningún propietario de un perro o gato puede exponerlo a una situación de riesgo vital por un período prolongado de tiempo en condiciones de calor extremo o frío. La violación de esta disposición se establecía como un un delito Clase A. Meses después llegaba una noticia similar de otro estado. Concretamente desde Pensilvania.
La diversidad geográfica de Pensilvania conlleva una amplia variedad climática. El área del sudeste tiene un clima subtropical húmedo, con inviernos suaves. Mientras que la mayor parte de las zonas bajas del interior tienen un clima continental húmedo moderado, con veranos cálidos y húmedos e inviernos muy fríos. Por su parte, las áreas montañosas de los Apalaches tienen un clima continental húmedo más severo, con inviernos más fríos y nevados y veranos algo más fríos. Pero esa disparidad de climas se ha homogeneizado cuando se trata del bienestar animal.
Y es que la nueva ley de protección animal, aprobada en junio de 2017, prohíbe que perros y gatos queden a la intemperie con temperaturas bajo cero. El incumplimiento de esta norma puede acarrear penas de cárcel de 7 años y multas de 15.000 dólares. A falta de menos de un mes para que llegue el invierno de manera oficial, el gobernador del estado, Tom Wolf, ha hecho un llamamiento para recordar que las mascotas no pueden ni deben estar expuestas a temperaturas inferiores a los cero grados. De hecho, la ley determina que negligencia es dejar a la intemperie a una mascota durante más de media hora en temperaturas extremas: a saber, por debajo de los 0 grados, pero también por encima de los 32 grados centígrados. ¿Excepciones? Solo cuando la mascota esté participando en actividades deportivas o de caza.
Partiendo de la idea de que «si hace mucho frío para ti, hace mucho frío para tu mascota», la organización Human Society, cuya misión es proteger a los animales en EE. UU., secunda la medida tomada por la oficina del gobernador e insta a la población a cuidar tanto de sus propias mascotas como de las ajenas. De manera que si alguien ve una mascota desatendida o en malas condiciones debe denunciarlo a la policía local y estatal.
Compartimos esta iniciativa porque nos parece muy interesante e inspirador que se tome conciencia de que hay que velar por la situación de las mascotas en todo momento, pero en especial en esas épocas en las que son más vulnerables. Sobre todo en un país como el nuestro en el que no existe una ley marco de protección animal a nivel estatal que armonice las distintas leyes autonómicas. Esperemos que las distintas comunidades autónomas vayan tomando nota… para que este invierno no tengamos que enfrentarnos a los titulares desgarradores a los que estamos acostumbrados: pobres perros abandonados en el frío o encerrados en coches durante la noche…
