John Maxwell Coetzee, más conocido como J. M. Coetzee, es uno de los escritores más relevantes del siglo XXI y, sin duda, el más célebre que ha dado Sudáfrica. Además de escritor, es lingüista, traductor, guionista y catedrático de universidad. Ha recibido los premios literarios más importantes del mundo, entre ellos el Nobel de Literatura en 2003. Si no lo habéis leído, desde Aristopet os animamos encarecidamente a descubrir su obra.
No, no es que nos hayamos puesto intelectuales de pronto. Os hablamos de Coetzee porque, si supiera de nuestra existencia, seguro que él mismo también se consideraría un aristopeter. Su lado animalista es el que hace que hoy hablemos de él en nuestro blog. Porque Coetzee, una de las mentes vivas más lúcidas, es un férreo defensor de los derechos de los animales.
Coetzee aborda el tema del sufrimiento de los no humanos en muchos de sus libros, entre ellos “Las vidas de los animales”, un alegato contra el holocausto de los animales destinados a consumo y en favor de la dieta vegetariana. En dicha obra, el alter ego de Coetzee, Elizabeth Costello, denuncia que cada año se mata a 48.000 millones de animales en el mundo, es decir, casi ocho veces la población humana. Lo que equivale a eliminar a 130 millones diarios, más de cinco millones por hora, más de 100 mil por minuto. Sin contar los otros miles de millones de animales aniquilados, heridos o enjaulados como entretenimiento, deporte o moda. Escalofriante, ¿verdad?
A título personal, Coetzee ha llegado a hacer afirmaciones tan serias como esta: “La gente se queja de que tratamos a los animales como objetos, pero lo cierto es que los tratamos como prisioneros de guerra”.
Coetzee siente empatía por los animales, reconoce que estos sienten y condena cualquier práctica que falte al respeto a los animales. En ese sentido, el escritor tampoco se calla lo que tiene que decir y concretamente nuestro país ha sido el foco de duras -y merecidas- críticas por su parte. “Torturar y asesinar toros por el mero espectáculo pertenece a la Edad Oscura y no a la España del siglo XXI”, ha dicho en más de una ocasión. De hecho, Coetzee escribió una breve, lúcida y dura carta abierta a los parlamentarios españoles en 2013 para disuadirles de que declararan los toros “Bien de Interés Cultural”. Podéis leer dicha carta aquí.
Precisamente de su rechazo absoluto a la tauromaquia y de otras cuestiones relacionadas con la vida animal habló Coetzee el 30 de junio en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Coetzee pone el broche de oro a la programación de Madrid Capital Animal 2016.
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