El Maine Coon es un típico gato americano, de hecho otro de sus nombres es «americano de pelo largo. Se cree que su origen se remonta a finales del siglo XVIII, pero no hay fuentes escritas que lo demuestren. Por lo que alrededor de estos impresionantes gatos hay historias y leyendas… en gran parte relacionadas con viajes en barco desde Europa.
Una de las historias más extendidas es que esta raza nació del cruce espontáneo del lince americano con gatos comunes llegados al Nuevo Continente desde Europa. Una creencia que solo puede sostenerse por el parecido físico —más que evidente—, pero insostenible por las leyes de la genética. Ya que el cruce entre ambas especies es inviable en términos reproductivos.
El nombre de los Maine Coon es un homenaje a dos cosas muy americanas: Maine, el estado costero situado al noreste del país, próximo a Canadá; y «coon» que procede de «rackoon», que significa mapache y con el que también guardan ciertas similitudes: el dibujo rayado del manto, pero también el maullido suave y agudo que recuerda al de los mapaches jóvenes. De este modo, podríamos decir que son «los mapaches del estado de Maine».
¿Cómo son los gatos Maine Coon?
Ante todo, son gatos enormes. Gatazos, podríamos decir. Gracias a su aspecto salvaje y gran tamaño. Los machos pueden llegar a pesar entre 7 y 10 kilos. Y las hembras, entre 5 y 7. Son gatos fuertes, de gran musculatura. Su zona pectoral es grande, sus patas son espesas y largas. Su cola es una de las más largas y peludas de la especie felina doméstica.
Además de su tamaño, que le ha valido a un gato de esta raza el récord Guinnes al gato más grande del mundo, su abundante pelaje tampoco pasa desapercibido —necesario para hacer frente a las difíciles condiciones de vida del noreste de los Estados Unidos.
La mirada del Maine Coon es irresistible. Con esos ojos grandes, ovalados, oblicuos. Por lo general, muy verdes (salvo en los gatos blancos que pueden tener los ojos azules o uno de cada color).
Su cabeza es angulosa, con los pómulos altos y prominentes. Destaca su hocico grande de contorno cuadrado, con una acusada hendidura entre él y los pómulos. También son muy llamativas las orejas, grandes y con frecuencia rematadas en un penacho de pelo que recuerda a las del lince.
¿Cómo es el carácter de los Maine Coon?
Par sorpresa de muchos, estos increíbles ARISTOGATOS tienen un carácter amigable y sociable. Mucho. Son muy afectuosos con sus dueños, además de discretos, tranquilos. Convivir con ellos es fácil. Y toleran muy bien a sus congéneres. Las tardes de sofá y peli están garantizadas a su lado.
¿Cómo cuidar a los Maine Coon?
Aunque se trata de una raza tranquila, necesita momentos de esparcimiento, en los que no dudará en jugar con su ratón de peluche y realizar piruetas impresionantes con gran agilidad. Así que hay que reservar algo de tiempo diario para jugar con él.
El Maine Coon muda su pelo periódicamente, en primavera y otoño, aunque como lo habitual es que viva dentro del hogar, la muda es constante. Por ello, se hace imprescindible cepillarle regularmente y bañarle ocasionalmente. Para ello se deben utilizar las herramientas y productos adecuados. No sirve cualquier cepillo ni cualquier champú, sino que deben estar ideados, respectivamente, para el pelo largo y para la piel del gato. Tampoco viene mal utilizar algún acondicionador, ya que ayuda a mantener el pelo libre de nudos. En ARISTOSHOP encontrarás todos los productos necesarios para cuidarlo como se merece.
Asimismo, debemos tener en cuenta su tamaño a la hora de elegir el mejor rascador para él. Y también para enriquecer nuestro hogar de forma correcta, para asegurarnos de que nuestro gato sea perfectamente feliz.
Pero salvo eso, vivir compartir la vida con un Maine Coon es un placer, una alegría. Y esperamos que este post os anime a conocerlos mejor.
Si queréis conocer en detalle a otras razas de gatos, os invitamos a seguir leyendo sobre los gatos munchkin o los Sphynx.
