San Antonio Abad es uno de los santos más apreciados de la historia, con independencia del credo que se tenga o deje de tener. Y es que dicen que San Antonio, también conocido como San Antón, descubrió la sabiduría a base de observar a los animales y el amor divino, a través de la naturaleza. Por eso es el patrón de los animales y es tan querido entre los amantes de los animales. Aprovechando la proximidad de «su día» vamos a contaros algunas cosas sobre él.
Se dice que nació en Egipto, allá por al año 251 d.C, en el seno de una familia rica. Aunque su vida, tras donar todos sus bienes, estuvo marcada por los retiros espirituales, en lugares inhóspitos. Tenía fama de ser un hombre sabio y en paz, por eso muchos de sus coetáneos le seguían allá donde iba. Cosa que le obligaba a alejarse más y más de la civilización para alcanzar el modelo de vida que él pretendía: oración, penitencia, silencio, ayuno, rechazo de los placeres de los sentidos… en busca de la perfección espiritual del alma. Luchó contra todo tipo de tentaciones, como bien ilustró El Bosco, y sentó las bases del modelo de ascetismo para los cristianos futuros.
El origen de la festividad se remonta al año 1000, cuando San Antonio Abad se instauró como festividad en Francia. Posteriormente se extendió por todo el continente. En el siglo XIV San Antonio Abad se transformó en un santo de gran relevancia a causa de una particularidad que no tenía que ver con los animales. Mucho antes de convertirse en patrono de estos, fue el santo defensor de una terrible enfermedad que hizo estragos en la época: el ergotismo.
Las imágenes de san Antonio Abad introdujeron muy temprano un cerdo a los pies del santo. Según algunos autores ese cerdito representa a los demonios que fue capaz de someter el santo. Otros indican que el cerdo alude a los animales que le hicieron compañía durante sus retiros, algunos de los cuales incluso le ayudaron en situaciones adversas según algunos mitos. Otro pasaje legendario narra que el santo sanó a unas crías de jabalina y estas no dejaron de acompañarlo, en señal de agradecimiento, durante el resto de sus días.
El patronazgo de San Antonio Abad sobre los animales se ha vinculado con el pasaje de la jabalina y otros similares. Y es que existe una unanimidad con respecto a que el santo tomó a los animales como modelo de comportamiento natural ajeno a la corrupción humana. De ahí su asimilación como defensor de los animales: en primera instancia de los salvajes, aunque con el tiempo su radio de acción alcanzó a los animales de carga y también a las mascotas.
La tradición de bendecir a los animales se cree que data de la época colonial y continúa en nuestros días. De hecho, la bendición de los animales el día 17 de enero se lleva a cabo en muchísimos lugares del mundo. En el Vaticano, la Plaza de San Pedro se llena por su festividad de animales, que son bendecidos por el Arcipreste de la Basílica de San Pedro y vicario general. En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, más de 320 localidades se suman a la celebración. Este vídeo es un buen ejemplo de ello, donde vemos a personas de todas las edades acompañadas de sus mascotas, para conseguir la protección y el favor del santo.
Si queréis conocer la oración a San Antonio para pedir por las mascotas, todo un alegato de amor y respeto animal, seguid leyendo aquí.
