Konrad Lorenz fue un científico austríaco que contó con un amplio reconocimiento mundial en el campo de la Zoología y la Etología. Hoy queremos hablaros de él porque su figura marcó un antes y un después en el conocimiento del mundo animal. Y creemos que como ARISTOPETERS «le debemos mucho».
Konrad Lorenz nació en Viena en 1903 y falleció en Altenburg, en 1989. Su curiosidad e interés por el comportamiento animal le surgió desde bien pequeño, ya que su casa se hallaba en una zona boscosa, rica en fauna. Especialmente en aves.
Cursó parte de sus estudios en Medicina en Estados Unidos, en la Universidad de Columbia. Y posteriormente en la de Viena, donde se graduó en Medicina en 1928 y en Zoología, en 1933 (este detalle es importante, nos muestra los años luz que nos separan de otras sociedades. ¿Estudios en Zoología, en España, en los años 30…?).
Sus intereses se concentraron principalmente en el estudio de los procesos de aprendizaje de las aves, especialmente los gansos silvestres. Después de años de observación y estudio descubrió una etapa crítica en la que los polluelos aprenden a reconocer y a seguir a los padres, incluso si éstos son adoptivos, siempre y cuando estén presentes ciertos estímulos auditivos o visuales, la impronta, que provoca la reacción de los jóvenes. Sus novedosos métodos de trabajo, el estar en contacto directo con su objeto de estudio (siempre en compañía de su familia de patitos), hicieron posible el conocimiento y la comprensión de muchos patrones de conducta animal.
Todas estas investigaciones supusieron un gran adelanto en el conocimiento del comportamiento animal y de las pautas de adaptación y supervivencia de la especie. Tanto así que dieron como fruto una ciencia nueva: la Etología. En 1939 Lorenz junto con Nicolaas Tinbergen, un etólogo holandés, fundó la famosa Escuela Etológica del Comportamiento Animal.
Por todo su trabajo científico y de investigación y sobre todo por sus descubrimientos sobre la organización y las respuestas del comportamiento instintivo, tanto desde el punto de vista individual como social, fue galardonado en 1973 con el Premio Nobel de Medicina-Fisiología que compartió con Karl von Frisch y Nicolaas Tinbergen, también zoólogos. Esto causó cierta sorpresa en el mundo científico, aunque el tribunal sueco argumentó su fallo diciendo que que sus trabajos contribuían a comprender mejor algunos aspectos de la psiquiatría.
Además, Lorenz fue un defensor del medio ambiente y dirigente del movimiento ecológico que sabía apreciar la importancia de la belleza natural y la de la creación humana. Afirmaba que la belleza de la naturaleza y la belleza del entorno cultural creado por el ser humano son necesarios para mantener la salud del alma y del espíritu del ser humano.
La figura y la obra de Konrad Lorenz han inspirado a varias generaciones de científicos en el mundo entero. Su conocimiento universal, la genialidad innovadora, el interés y el rigor investigador, sirvieron de modelo para muchas entidades académicas para organizar los procesos de construcción del conocimiento trasversal e interdisciplinario.
En este interesante documental puedes profundizar en el conocimiento de la ciencia de Lorenz y entender mejor por qué fue un personaje revolucionario en esta materia:
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