Parece que eso es lo que ha pensado un grupo de científicos y varias organizaciones animalistas para poner en marcha un plan pionero en Washington D.C. Un protocolo del que vamos a hablar hoy porque pone de manifiesto, por un lado, la incapacidad de las administraciones para hacer frente de manera eficaz y respetuosa a la sobrepoblación gatuna. Y por otro, a la voluntad de la gente “anónima” de hacer algo para mejorar la vida de las mascotas.
Como hemos dicho en más de una ocasión, las camadas indeseadas son la principal causa de abandono animal. De manera que si a los gatos que ya nacen en la calle sumamos el número de gatos abandonados, gatos domésticos sin esterilizar que salen de casa y fertilizan a gatas que viven en la calle, etc., el número de gatitos nacidos en un año se cuenta por miles en todo el mundo.
Hay quien cree que los gatos han tomado las calles, que se comen las aves, que transmiten enfermedades peligrosas para los seres humanos. Existe una campaña de desprestigio de los gatos, cuando debiera haberla contra quienes los abandonan, maltratan y desatienden. Gente enfadada que cree que los felinos son un problema en las ciudades, cuando en realidad los pobres no hacen ningún mal, sino todo lo contrario.
Pues bien, en Washington D.C. un colectivo de científicos y animalistas han dicho que “de eso nada” y han decidido invertir un millón y medio de dólares para contar a todos los felinos de Washington D.C. Con el objetivo dar información verídica y sólida a las instituciones, antes de que tomen alguna medida anti-gatos en caliente, para dar respuesta a las presiones de ciertos grupos sociales.
Durante los próximos tres años, el proyecto D. C. Cat Count (Recuento de Gatos en D.C.) llevará a cabo un censo gatuno, que incluirá a gatos callejeros, pero también a gatos domésticos. Este recuento se realizará con ayuda vecinal y ciudadana, pero también con la de profesionales que forman parte de las propias entidades y organizaciones integrantes del estudio. Y constará de varias fases:
1. En primer lugar, se instalará una red de 60 cámaras con sensores infrarrojos. Se distribuirán por toda la ciudad para recopilar información de la vía pública, de los parques y los solares, donde se instalan la mayoría de colonias felinas.
2. En segundo lugar, se realizarán encuestas puerta a puerta y hogar por hogar, en toda la ciudad (tarea a la que se dedicarán dos personas, que trabajarán a tiempo completo), para contabilizar el número de mascotas felinas que conviven con las familias de Washington.
3. En tercer lugar, se prevé lanzar una app para que los vecinos puedan subir fotos de sus mininos, pero también de los que vean en las calles. Gracias a esto, el recuento se masificará y podrá llegarse a los rincones donde las cámaras y los equipos dedicados no sean capaces de llegar.
De esta forma, se dispone de tres fuentes fidedignas e independientes para hacer un recuento válido que sirva de modelo para otras ciudades del mundo que se enfrentan a la disyuntiva de la sobrepoblación gatuna.
Cabe recordar que en Estados Unidos hay 86 millones de gatos domésticos —uno por cada hogar y medio— y entre 30 y 40 millones de gatos callejeros, según las cifras de la Humane Society. Gracias a este novedoso recuento podrá saberse cuántos hay realmente en Washington y dilucidar cuáles son las necesidades de los gatos, y cómo ayudar a los refugios a administrar mejorar sus recursos. Algo que hasta ahora desde la administración no se ha tenido muy en cuenta. Ya que la operativa actual consiste en atrapar, esterilizar y liberar a los gatos. Un protocolo cuya eficiencia es cuestionada sistemáticamente por los “catlovers”, pero también por las organizaciones animalistas. Eficiencia a parte, de lo que sí que no cabe duda es que no es la medida más barata para el control felino. Ni tampoco la más respetuosa.
Los resultados del censo gatuno se presentarán, si todo va como se ha previsto, en junio de 2021. Así que seguiremos informando de cómo les van las cosas a los felinos por Washington D.C.