Desde hace un tiempo estamos dando a conocer empresas que, a lo largo y ancho del mundo, están siendo pioneras en la integración de las mascotas en el entorno laboral. Estados Unidos lidera la lista de países con mayor tradición en este sentido y que más están haciendo para conciliar la vida de sus empleados con la de sus mascotas, como ya te contamos aquí. También en Alemania se están haciendo muchos avances y empresas tan punteras como Xing incluyen a los perros de sus empleados en el día a día de la oficina. Por supuesto, también en nuestro país están cambiando las cosas y tenemos un buen ejemplo de empresas y oficinas que no solo admiten ARISTOPERROS en su entorno laboral, sino que se enorgullecen de tenerlas. Rastreator, la agencia Rosebud o Airbnb España son algunas de ellas.
Hablamos mucho de todas esas empresas, con una política laboral flexible e inclusiva. Pero puede que, a ojos de pequeños empresarios, parezca algo inalcanzable. Solo apto para grandes compañías, con grandes instalaciones, con recursos… Pero en realidad eso es cierto a medias. Integrar a los perros es, fundamentalmente, una cuestión de voluntad y de filosofía. Querer hacerlo es el primer paso. Luego, por supuesto, hay que pensar en toda la logística necesaria, articular una lista de «normas» y buenas prácticas para que la situación sea controlada, agradable para todos los empleados y segura para las mascotas.
Dicho esto, vamos a ver una serie de buenas prácticas que hay que tener en cuenta a la hora de convertir una empresa… en una empresa pet friendly.
1. Consultar a los empleados.
Puede parecer una obviedad, pero es necesario, sobre todo cuando la situación cambia «de un día para otro». Es importante conocer la opinión de ellos (mediante una votación o encuesta) y, especialmente, indagar en la de aquellos que se oponen. ¿Miedos? ¿Alergias? Este aspecto es decisivo para evitar malos rollos y el tan clásico fenómeno de «resistencia al cambio».
Una vez conocida la opinión del equipo y, sobre todo, si no hay unanimidad al respecto, la decisión depende de ti. Pero decidas lo que decidas, hazlo con respeto y no de forma impositiva, sino conciliadora.
2. Crea un código de conducta.
Que tu empresa se convierta en un lugar en el que las mascotas son bienvenidas es sencillo. Como decíamos, solo tienes que quererlo. Pero es muy importante que haya unas normas de debido cumplimiento para que no se altere el clima laboral y no haya malentendidos.
Fundamentalmente esto tiene que ver con que cada empleado sea responsable de su propia mascota, durante todo momento —a menos que se asigne un cuidador provisional, en caso de reuniones, dentro o fuera de la oficina, por ejemplo.
En ese código de buenas conductas puede incluir puntos como esto:
- Cada perro debe estar debidamente desparasitado, vacunado y limpio. Tu perro interactúa con otros y es importante extremar las medidas higiénicas.
- Cada dueño es responsable de la higiene de su mascota, de que haga sus necesidades donde corresponda. En caso de que se ensucie algo, cada dueño deberá responsabilizarse y limpiarlo.
- En caso de que haya un incidente entre perros, cada dueño deberá asumir su responsabilidad y asumir que, hasta que se esclarezca lo sucedido, los perros deberán ausentarse de la oficina.
- Cada dueño debe velar por que su perro no ladre fuertemente, no llore y no tenga una conducta inapropiada con otras mascotas.
- También debe traerse comida propia y evitar a toda costa que una mascota coma los alimentos de otra.
3. Establece las áreas en las que las mascotas pueden estar… y en las que no.
Este punto es bastante personal. Por eso hay que dedicarle una buena pensada. ¿Se acepta que los perros entren en la cocina? ¿En los baños? ¿En las salas de reunión? ¿Y durante las propias reuniones? Esos son aspectos que dependen de ti y del equipo, pero que sin duda necesitan reflexión para evitar malentendidos.
4. Asegúrate de que la oficina es segura para los perros.
¿Hay puertas automáticas por las que los perros puedan escaparse? ¿Plantas que pueden resultar venenosas si algún perro las ingiere? ¿o maquinaria? La seguridad es muy importante cuando una empresa se inicia en la andadura pet friendly. E incluso, contemplar la posibilidad —como ocurre con algunas empresas— de ofrecer seguro médico para las mascotas.
5. Comunícalo en tu web y en tus redes sociales.
Los tiempos están cambiando y los empleados ya no solo piensan en el salario a la hora de aceptar o rechazar un trabajo, sino también en los beneficios adicionales, en la política de empleo (flexibilidad horaria, teletrabajo, etc.). Por eso, es muy posible que para muchos de tus empleados potenciales sea un gran incentivo que en tu empresa se admitan mascotas. Eso hace de tu empresa un lugar más atractivo para trabajar y conviene darle bombo.
Puede parecer complejo, pero con la debida organización es posible. Y ante todo: sumamente enriquecedor y beneficioso para los empleados, su bienestar y el buen rollo del entorno laboral.
Esperamos que todas estas ideas te resulten útiles. Si te animas a que tu empresa sea pet friendly, ¡ya nos contarás!