Muchas personas tienden a pensar que pueden demostrar su simpatía a perros ajenos, en el momento en el que les apetezca. Si bien son gestos de agradecer, la verdad es que no tienen en cuenta el estado emocional o físico en el que pueda estar el perro.
Del mismo modo que nosotros tenemos malos días y estamos «de un humor de perros» (seguro que quien verbalizó esta frase por primera vez no tenía demasiado conocimiento de lo majos que son los ARISTOPERROS); del mismo modo que hay personas a las que no les gustan los acercamientos de desconocidos ni que invadan su espacio vital; del mismo modo que no siempre estamos al 100% físicamente… pues también así pueden estar o sentirse los perros. Pero eso es algo en lo que nadie o casi nadie pensaba. Hasta ahora.
«The yellow dog project» tiene el objetivo de identificar a perros que necesitan espacio y educar a sus propietarios, y al público en general, para promover el contacto adecuado con estas mascotas. Para ello, se ata un lazo amarillo en la correa, una bandana amarilla en el cuello o un peto del mismo color. Así cualquiera, en cualquier lugar del mundo, puede distinguirlos.
Este código, adoptado en varios países del mundo, denota que el perro necesita espacio. El propietario del perro está pidiendo a distancia la colaboración de las personas:
Que no te acerques o, de hacerlo, que sea con precaución y preguntando antes si puedes, sobre todo si se está paseando con niños pequeños o con mascotas.
¿Qué perros suelen llevar el lazo amarillo?
a) Perros agresivos o potencialmente peligrosos. Aunque no necesariamente.
b) Perros con problemas puntuales.
Foto: Hawaii Doggie Bakery
En el segundo caso, hay perros que no son de naturaleza agresiva que pueden necesitar llevar el lazo amarillo por diferentes razones. Vamos a verlas:
– Perros que tienen miedo de algún estímulo presente en la calle (personas, ya sean niños o adultos, o los perros). Es importante respetar el espacio de estos animales, ya que un perro asustado que se siente acorralado puede reaccionar de forma agresiva, aunque su naturaleza no sea así.
– Perros que por problemas de miedo o de agresividad, están realizando un plan de modificación de conducta bajo la supervisión de un etólogo o de un educador canino y, de momento, necesitan evitar el acercamiento de otros perros, niños o personas en general.
– Perros adoptados recientemente que necesitan adaptarse de forma gradual a su nueva vida.
– Hembras en celo. Ellas también tienen que salir a la calle y cuando su propietario está tomando todas las precauciones para evitar camadas indeseadas es importante también que los demás propietarios colaboren.
– Perros que están en fase de entrenamiento y están aprendiendo buenos modales a la hora de salir de paseo.
– Perros que están recibiendo un entrenamiento para una tarea específica o que están realizando un trabajo. Por ejemplo: un perro guía, que debe evitar distracciones.
– Perros que no se encuentran bien, que sufren problemas físicos o que se están recuperando de una intervención.. y a los que es mejor dejar tranquilos.
Así que ya sabes: a partir de ahora, cuando veas por la calle un perro con un distintivo amarillo colgando de su cuello o de la correa déjale espacio: tanto él como su propietario te lo agradecerán. Del mismo modo, si crees que tu perro lo necesita, ¡pónselo ya!
Esperamos que te el post de hoy haya sido de tu interés. Si deseas saber más sobre este inspirador y útil proyecto, haz clic aquí.