La tenencia de animales de compañía es una tendencia al alza. Cada vez más españoles se animan a poner un ARISTOPET en su vida. Si bien se está produciendo un cambio en lo que respecta a la elección de la mascota. Hasta hace unos años, los ARISTOPERROS eran los reyes indiscutibles, nuestros mejores amigos. A la hora de ampliar la familia, la inmensa mayoría se decantaba por un can. No había lugar a dudas. Pero eso, como decimos, está cambiando. Porque nuestro estilo de vida lo está haciendo también.
Prueba de ello es que en Madrid, según el censo de animales domésticos del Ayuntamiento, cada vez hay más ARISTOGATOS censados. Y ya son 73.400. El distrito con más gatos es Centro, con 6.752 felinos. Seguido por Hortaleza (6.748 gatos) y Ciudad Lineal (6.273). Mientras que los distritos con menos presencia gatuna son Villaverde, Barajas y Vicálvaro.
Por ello, resulta inevitable preguntarse a qué responde este «auge gatuno». Aunque a nosotros nos encanta la noticia, también es cierto que no deja de llamarnos la atención. Hemos consultado diferentes fuentes para dar con las posibles causas. Y estas son algunas de las más destacadas:
1.- Tenemos una de las jornadas laborales más extensas de Europa. Trabajamos de sol a sol, como aquel que dice, en muchos casos. Y eso no solo limita nuestro tipo de ocio, sino que tiene consecuencias directas en nuestra vida personal.
2.- Asimismo, el 25% de los hogares españoles son unipersonales. Pero nuestra condición humana determina que necesitemos conexiones afectivas para sobrevivir.
3.- El 50% de la población española vive en grandes núcleos urbanos, como Madrid, pero en viviendas pequeñas.
4.- Afortunadamente, cada vez tenemos más conciencia colectiva de lo que supone la tenencia responsable de animales.
Con esos cuatro ingredientes se gesta la tormenta perfecta que hace que la tenencia de gatos esté aumentando. La falta de tiempo libre y las grandes distancias que tenemos que recorrer la mayoría de nosotros para ir de casa al trabajo, dificultan que podamos responder como se merecen a las necesidades de paseo y ejercicio de la mayoría de perros. Y es que esa misma conciencia responsable hace que se nos mueva algo por dentro, ante la posibilidad de dejar a nuestro perro solo en casa todo el día. De ahí que, como necesitamos esa compañía y ese afecto, se piense en los gatos como los compañeros de vida perfectos, porque supuestamente son menos exigentes que los perros. Y más independientes, misteriosos. Ganar su cariño es un reto (de hecho, tradicionalmente se prefería a los perros porque siempre se ha dicho que nos quieren más). Además, Internet los ha encumbrado. Y esta es una de las principales razones por las que los jóvenes los aman.
Dicho todo esto, conviene recordar que los gatos «no se las apañAn solos», ni mucho menos. Tenerlos es una gran responsabilidad que dura, en muchos casos, más de una década. Los gatos también nos necesitan. Y mucho. Ya que tienen necesidades específicas para vivir sanos y felices. Y lógicamente, aunque su mantenimiento sea algo más económico que el de un perro, tenemos que estar seguros de que vamos a poder permitirnos llevarlos al veterinario cuando corresponda y ofrecerles una alimentación de calidad que combine pienso con comida húmeda.
Como decíamos, nos alegra que cada vez más hogares cuenten con un ARISTOPET. Porque está más que comprobado lo beneficiosa que resulta su compañía para nuestra salud, a cualquier edad o en cualquier momento vital: ya sea de pequeños, como comentamos en este post, como cuando llegamos a ancianos. Pero eso sí: hay que reflexionar muy seriamente antes de dar el paso de ampliar la familia.