Desde la Prehistoria los animales han sido representados por el hombre en las paredes de las cavernas como parte de su día a día. Con el asentamiento de las comunidades nómadas, la domesticación de los animales y la agricultura, estos pasan a formar parte de su grupo familiar y de su cultura.
En algunas civilizaciones como la egipcia, se rendía culto a algunos animales, y se les consideraban deidades como podemos ver representadas en muchas paredes de tumbas y sarcófagos. Uno de estos dioses era el Anubis, el dios funerario con cabeza de cánido negro. Algunos historiadores piensan que se trata de la reinterpretación de una raza concreta, Pharaoh hound, o más conocido en España como perro conejero. Los gatos, las aves y las serpientes también están presentes en religión egipcia.
En el arte español destacan, entre otros muchos, el perro de las Meninas de Velázquez. Tendido en una esquina es un actor más en esta composición futurista y que constituye una de las pieza maestras del la historia del arte. Goya y otros pintores como posteriormente Picasso o Dalí los incluirán a perros, aves y otros animales en sus obras.
En el Pop art, el perro regresó a los lienzos con pintores como Keith Harings, que con una simplicidad en el trazo espectacular, esbozó unos perritos muy energéticos que se volvieron inmensamente populares en la cultura de masas. También Andy Warhol, pintó a los perros en todos los colores imaginables. Muestra de ello es obra Two dogs, que realizó junto con Jean Michel Basquiat, y fue subastada por Sothebys, por un millón de dólares.
Pero si nos centramos en artistas vivos, sobresalen los retratos de David Hockney a sus perritos, que se hicieron mundialmente famosos después de una serie de retratos del artista donde podemos ver a sus mascotas marrones retozando en múltiples poses en sus camitas.
Pero quizás uno de los artistas contemporáneos que más animales ha inmortalizado ha sido Jeff Koons. El polémico y multimillonario creador ha dedicado gran parte de su carrera a plasmar mascotas. Entre sus polémicas obras está el Puppy, el perro de Koons que custodia la entrada del Guggenheim de Bilbao y que es una de las mascotas más divertidas del mundo del arte. Se trata de un west Highland terrier gigante creado a través de una estructura con riego hidráulico, que surte de agua a las flores de diferentes colores que lo forman y que fue ideada por el norteamericano en 1992.
Tampoco podemos olvidar sus famosos baloon dogs, esculturas de acero brillante que parecen perros como globos hinchados. Una de ellas llegó a alcanzar una subasta de Christies el precio de 58 millones de dólares. Una de sus piezas más famosas es el retrato de Michel Jackson con su mono Bubles de 1988, una cerámica blanca y dorada que representa al artista con su mascota sentada en su regazo, los dos vestidos con la misma camisa. Los animales son una constante en su obra, langostas, conejos, monos, elefantes, cisnes, monos, panteras, serpientes que revisa bajo su mirada, calificada por algunos como kish.
Como vemos, el hombre es capaz de reinterpretar la iconografía de los animales continuamente adaptando su estética a las diferentes corrientes artísticas y las personalidades de los pintores.
Links de interés :
http://www.sothebys.com/en/auctions/ecatalogue/2014/contemporary-art-day-sale-n09142/lot.265.html
http://www.hockneypictures.com/works_paintings_90_12.php
http://www.jeffkoons.com/artwork/puppy/puppy
http://www.jeffkoons.com/artwork/banality/michael-jackson-and-bubbles