Tienes un gato y te planteas traer uno más a la familia, pero tienes miedo e inseguridades por cómo reaccione. Está suele ser una de las grandes dudas, que se plantean los dueños gatunos.
Los gatos son animales independientes, pero muy territoriales. Ellos son los dueños de la casa, tienen controlado su territorio, sus zonas y olores. Por tanto, que llegue un nuevo miembro, puede que al principio no lo lleve bien.
De este modo, a la hora de tomar la elección de traer a un nuevo miembro gatuno es recomendado hablar con algún especialista o veterinario para que te aconseje y te enseñe algunas directrices o consejos que te puedan ayudar a que la adaptación sea buena.
María Martínez, veterinaria etologa de la Clínica Malasaña de Madrid nos ha dado unos consejos de cómo podría ser el procedimiento para facilitar la adaptación de un nuevo gato en casa.
En primer lugar, María destaca que influye mucho el pasado de cada gato. Si tu gato fue separado de su madre y hermanos muy pronto y no tuvo relación con otros gatos, el proceso de adaptación podría ser más lento. Sin embargo, si tu gato ya había convivido con otros gatos antes de que tu le trajeses a casa, la adaptación podría ser más fácil.
Una vez que el gato ya está en casa, ¿qué se debe hacer?
María recomienda seguir estos pasos:
1. Intercambio de olores.
Durante los primeros siete y diez días se recomienda tenerles en habitaciones o lugares separados. En donde no haya ningún contacto, ni visual ni físico. En cada área de la casa, cada gato debe tener su respectivo comedero, rascador, juguetes, su zona de aseo y su cama. De manera, que el nuevo gato se vaya habituando a su nueva casa.
Durante estos días María recomienda ir intercambiando juguetes o mantas. Una buena técnica es frotarle con una manta por la zona del lomo o la cara a un gato y luego, llevársela al otro para que se vayan conociendo por el olfato.
2. Contacto visual.
Una vez que vas percibiendo que el nuevo gato está mas tranquilo y habituado a su nueva casa, se podría pasar al siguiente paso que es el contacto visual, pero no físico.
Para ello, puedes llevar al nuevo gato en transportín y dejar que se huelan. Al principio puede que haya algún bufido o algún acto de agresividad por ambas partes. Si al principio aparecen bufidos, se recomiendo volver a los pasos anteriores e ir más despacio.
Otra opción es a través de una puerta de rejilla o valla separadora, en donde ambos se ven y se huelen pero no están completamente unidos. Y una técnica que recomienda María es usando “una lata de comida húmeda”, le pones a cada uno en su zona la suya, de manera que se vean como se la comen cada uno. Esta técnica afirma que es buena, ya que a los gatos les gusta mucho la comida húmeda y puede ser una buena forma de intentar que se relacionen.
Si al cabo de los días o una semana, ves que la reacción de ambos es buena, que ninguno hace un acto de agresividad, se puede pasar al siguiente paso.
Sin embargo, si sigue habiendo un acto de agresividad por alguna de las partes, María recomienda hablar con un especialista para que supervise está situación y te indique unos consejos más específicos y personalizados en función de cada gato.
3. Contacto físico
Este es el último paso, que una vez que las reacciones de contacto visual por ambas partes son buenas. Se puede pasar al contacto físico, sin barreras. Eso sí, los primeros días aún dejando a cada gato su área de la casa con sus cosas y cuando no estéis en casa, se les sigue dejando separados. Al menos hasta cuando veáis que ya no hay ninguna reacción y hayan pasado más de dos semanas.
Es importante evitar alguna pelea, ya que a los gatos les cuesta mucho olvidar ese daño. Desde un punto de vista humano, “son más rencorosos”, y les cuesta mucho olvidarse y volver al pasado. Al final, cómo dice María, los gatos son menos sociables y más territoriales entonces, si sucede una pelea, les cuesta volver a la normalidad.
Esperemos que estos consejos os ayuden a saber cómo introducir un nuevo miembro en casa, pero siempre se recomienda que habléis con un veterinario de confianza para que os de la directrices.
Si ya has pasado por esta situación, ¡Cuéntanos tu experiencia en redes sociales!
María Martínez, colegiada veterinaria especialista en medicina de comportamiento de Madrid
Clínica Veterinaria Malasaña
Madrid 28004