La pérdida de nuestra mascota es uno de los momentos más duros en la vida. El luto y el sentimiento de vacío nos acompañan durante mucho tiempo. Cuesta mucho reponerse. Quien ha vivido esa terrible situación lo sabe.
A eso hay que añadir el dilema, terrenalmente práctico, al que nos enfrentamos cuando nuestra mascota se va: ¿qué hacemos con el cuerpo de nuestro mejor amigo?
Sin duda este no es un tema agradable, pero conviene hablar de ello ahora que algunas localidades empiezan a ser conscientes de que los amantes de las mascotas se enfrentan a ese problema cuando la mascota falta…
Recientemente el ayuntamiento de Málaga presentó una iniciativa que apuesta por la creación de un cementerio para mascotas. La propuesta cuenta con el apoyo de todos los grupos municipales y se compromete a ofrecer una solución que asegure el respeto a la normativa ambiental, que garantice las exigencias de salubridad e higiene pública y, que a su vez, reconforte a quienes se enfrentan a la ausencia reciente de su mejor amigo.
La iniciativa responde a la mayor sensibilización de la sociedad, pero también a los datos: Málaga es la provincia andaluza con mayor número de animales de compañía, con una cifra registrada, según el Colegio de Veterinarios, de 350.000 (lo que supone el 23 por ciento del total andaluz) y con unas 12.500 muertes al año. Así, la ciudad andaluza se convertirá en una de las primeras localidades en sumarse a la lista de ciudades españolas en las que ya disponen de cementerios para mascotas. Como por ejemplo Madrid, donde se encuentra “El último parque”. O Barcelona, donde se puede acudir al cementerio para pequeños animales. O Valencia, donde está el cementerio crematorio Sena. Y Zaragoza, donde se encuentra el cementerio Humas.
Si hablamos del origen de los cementerios para mascotas, tenemos que remontarnos a 1896 y viajar hasta Nueva York para encontrar el primero de la historia: el Hartsdale Pet Cemetery and Crematory. Algunos años después, en 1899, se inauguró el Cimetière des Chiens et Autres Animauxs Domestiques de París, un buen lugar para descansar por toda la eternidad, como podréis ver en este vídeo:
Sin lugar a dudas, despedirnos de nuestro mejor amigo como se merece, permitir que descanse en paz y tener un lugar en el que poder ir a visitarle cuando lo deseamos, es algo que le debemos. Por tantos años de lealtad, amistad y amor incondicional.