Los gatos son muy suyos. Auténticos espíritus libres que no atienden a razones. Ni mucho menos a órdenes. Hay quien tiende a tratar a los gatos como si fueran perros y eso solo genera frustración por ambas partes. Porque los gatos no tienen, a priori, intención de obedecer a nadie. Y porque nosotros interpretamos de forma muy humana el hecho de que nuestro gato «pase de nosotros».
Eso hace que, con demasiada frecuencia, nos convirtamos en vasallos de nuestros gatos. Hacemos lo que quieren, sin darnos cuenta. Nos tienen a sus pies, sin necesidad de pedírnoslo. Y esto, a veces, acaba derivando en problemas de conducta por parte de nuestro gato. Entonces llegan las órdenes, las normas… y con ellas la impotencia. Porque es muy probable que nuestro ARISTOGATO pase olímpicamente de ellas.
Lo más importante que debes saber
Los gatos, pese a que llevan siglos conviviendo con nosotros, todavía son bastante salvajes. Su nivel de domesticación es distinto. A diferencia de los perros, los gatos no intentan satisfacernos constantemente. Ellos no aceptan la premisa de que somos «sus jefes», como podría pensar un perro. De hecho, ni siquiera aceptan la idea de que haya jefes. Y, en palabras del biólogo John Bradshaw, los gatos no nos consideran una especie diferente. «Ellos creen que, simplemente, somos gatos grandes». Por lo que su forma de relacionarse con nosotros responde más a estímulos que a conductas aprendidas.
Por eso, según los investigadores de la universidad de Lund, en Suecia, es necesario intentar entender la naturaleza de los gatos. Solo así se puede comprender cómo funcionan, cuál es su lógica, por qué hacen lo que hacen, qué intentan decirnos… Solo así se pueden resolver los problemas.
¿Qué objetivos debemos fijarnos…y cuáles no?
Hay quien ve en su mascota una oportunidad para impresionar a los demás; para tener éxito; para ganar popularidad. E incluso para batir récords y ganar premios Guinness, como ocurre con Didga, el único gato del mundo capaz de hacer 20 trucos en un minuto. Cuando nuestra relación con nuestro gato se basa en este tipo de cosas, estamos priorizando nuestros objetivos, deseos e intereses por encima de los de nuestros peludos felinos.
Cuando lo que deberíamos hacer, en todo caso, es tratar de construir una relación de amistad que se centre en hacer que el gato esté feliz, a gusto, sano y relajado. Porque solo cuando un gato está relajado puede entablar una buena relación con las demás personas o animales que le rodean.
Cinco preguntas que debes hacerte si tu gato cambia de actitud de repente
- ¿Ha habido un cambio sustancial en tu hogar, recientemente? Como por ejemplo la llegada de otro animal, sea perro o gato, o el nacimiento de un bebé. Pero también una reforma, una mudanza… Porque los cambios, por pequeños que sean a tus ojos, estresan a los gatos, les crean ansiedad.
- ¿En qué estado está su arenero? ¿Tiene todo lo que necesita? ¿Está siempre en el mismo sitio? ¿Está en un rincón tranquilo y seguro para tu gato?
- ¿Tu gato tiene la posibilidad de salir al exterior?
- ¿Tu gato ha sufrido recientemente un episodio traumático? Una pelea, un castigo, un accidente, un susto…
- ¿Tu gato tiene todo lo que necesita? Comida, agua, estimulación social… ¿Su entorno está lo suficientemente enriquecido?
¿Cómo NO se corrige el comportamiento de un gato?
Los expertos dicen que no debemos castigar a nuestro gato, bajo ningún concepto. Lejos de lo que podamos pensar, castigar a nuestro gato solo contribuye a crear una mayor distancia entre él y nosotros. Esto se debe a que el gato no entiende por qué se le castiga (da igual que se lo expliques, no va a entenderlo), pero sí entiende quién le castiga. Eso lo sabe perfectamente. Por lo que el castigo puede acabar con un desenlace indeseado: que el gato te evite.
¿Cómo SÍ se corrige el comportamiento de un gato?
La mejor forma, según los expertos, se basa en un sistema de recompensas. Comida, juguetes, caricias. Cuando el gato hace algo que nos satisface especialmente (por ejemplo: hacer sus necesidades en su arenero, en lugar de fuera de él) podemos premiarle. A la larga, el gato establecerá una conexión entre su acción y el incentivo, y es más probable que siga comportándose así.
Como hemos dicho en otras ocasiones, también es muy importante tener mucha paciencia, empatía y buena actitud. Esperamos haberte ayudado a entender mejor a tu gato. Si tienes algún truco que te funciona, compártelo con todos los ARISTOPADRES en nuestras redes sociales.