Cuando nuestra familia crece con la incorporación de una nueva mascota en el hogar, tendemos a pensar que hay que empezar de cero con la educación del nuevo integrante. Si bien eso es en parte cierto, la buena noticia es que los perros pueden enseñar a otros perros pautas de conducta. Especialmente si se trata de cachorros. Porque uno de los beneficios de incorporar un cachorrito a nuestra familia, cuando ya hay un perro adulto, es que este ya conoce las rutinas y las reglas… y el cachorrito, en muchos aspectos, simplemente las tenderá a copiar. Lo que facilitará su «desembarco» y adaptación a nuestra casa, nuestra familia y nuestras vidas.
Este hecho está relacionado con lo que los científicos llaman «comportamiento alelomimético», que es un comportamiento que consiste en copiar la conducta entre todos los miembros de una especie ante el mismo estímulo. Es como una inclinación natural, que hace que los animales quieran ser como otros de su especie, seguir su camino y hacer las mismas cosas. Por ejemplo: un miembro de un grupo detecta un peligro que le hace salir huyendo. Por norma general, todos los animales del grupo harán lo mismo. Incluso aquellos que no hayan detectado el peligro. Porque lo que están haciendo es copiar la conducta del individuo más cercano.
Pues bien, como resultado de esto, nuestros cachorros muestran una tendencia natural a imitar los comportamientos de otros perros, desde una edad temprana. Algo que se prolonga durante toda su vida. Tanto es así que se considera que muchos comportamientos sociales significativos se aprenden de esta manera.
De hecho, no deja de sorprender cómo los cachorros observan con increíble atención cómo actúan los ARISTOPERROS adultos en casa. También es encantador ver cómo siguen los movimientos del perro adulto, paso a paso… Y lo mejor de todo, sobre todo para aquellos ARISTOPADRES que no quieren ser muy exigentes con su perro recién llegado, es que es algo que los cachorros deciden hacer instintivamente. Como si entendieran inmediatamente que un perro adulto es una fuente valiosa de conocimiento y experiencias. Un ejemplo a seguir, como diríamos de las personas.
Para validar estas hipótesis un equipo de investigación del Departamento de Biología de la Universidad de Nápoles, liderado por Ana Scandurra, ha desarrollado recientemente un estudio que verifica esto, desde el punto de vista científico. El estudio contaba con 50 labradores, procedentes de familias distintas. Ninguno de estos labradores había ejercido previamente de «entrenador» de otros perros. La pregunta, por tanto, consistía en averiguar si estos perros podían aprender pautas de conducta entre sí.
Los resultados del experimento sugerían que el aprendizaje por observación podía ser muy útil en el entrenamiento canino. Con independencia de la edad. Aunque se trata de algo particularmente valioso en los primeros estadios de vida de un perro, cuando es todavía algo naïve y está ávido de conocimiento. De hecho, aprender de otros perros sería preferible a aprender de la mano de un entrenador o adiestrador canino.
Así pues, si estás pensando en ampliar la familia, ya tienes una razón más para hacerlo. Si cuentas con un perro adulto, educar a tu pequeño cachorro será mucho más fácil. Tu peludo será tu mejor aliado en esta nueva aventura.