Uno de los comportamientos de los perros que más extrañeza produce en los ARISTOPADRES, sobre todo si son primerizos, es el de enterrar cosas. Ya sea bajo tierra, debajo de su cama, debajo del sofá… Es una conducta sorprendente. Por mucho que estemos más que acostumbrados a ver a los ARISTOPERROS escondiendo huesos en las películas, una cosa es verlo en la pantalla y otra, verlo en directo. Sobre todo cuando no entendemos las causas de este curioso comportamiento.

Suele pensarse que los perros esconden comida o juguetes para jugar y retar un poquito a sus dueños. Pero en realidad este hábito tiene una explicación más biológica e instintiva, basada concretamente en el instinto de supervivencia. Algo muy animal.

Este comportamiento puede darse en todos los perros, pero es una conducta que se potencia en tres circunstancias determinadas:

—Cuando un ARISTOPERRO convive dos o más perros en el mismo hogar.

—En casas donde hay jardín o maceteros grandes en los que poder excavar hoyos y esconder celosamente su hueso o su alimento favorito.

—Cuando se les ofrece algo nuevo. Algo que nunca antes han visto, olfateado o probado. Ya sea un snack, un juguete con una textura diferente, una recompensa atípica, etc. ¡Quieren esconderlo a toda costa!

En general, ese instinto de supervivencia mueve al perro a guardar su comida, por si llega una época en la que conseguir alimento no sea tan sencillo. Un momento en el que, quizás, haya que recurrir a las reservas de su despensa particular (el agujero excavado en la tierra, el escondite bajo algún mueble de casa…).

Asimismo, en caso de que el perro tenga o perciba que tiene «competencia» (otro perro en casa), tenderá a esconder sus manjares u objetos preferidos para evitar que otro perro meta el hocico en sus asuntos y que los alimentos o juguetes acaben en las fauces de otro. Este hecho no está relacionado con que el animal pase hambre o con que no acepte bien a su compañero perruno. Como decimos, es un instinto. No puede evitarlo.

Con el tiempo probablemente ocurrirán dos cosas: que se olvide para siempre de aquello que enterró o que el perro desentierre el juguete, el hueso, el alimento. En caso de que se trate de comida, quizás se lo intente comer después de desenterrarlo, por lo que hay que prestar atención y ver si dicho alimento está en buen estado para evitar posibles intoxicaciones.

La pregunta que surge inevitablemente en este caso es: ¿Se puede controlar? ¿Hay forma de evitar que nuestro ARISTOPERRO excave y esconda cosas?

Como hemos dicho, es un instinto natural en el perro. Y no hay por qué intentar corregir aquello que es instintivo en un perro. No podemos esperar que se comporte como una persona, porque no lo es. Y sus códigos no son los nuestros. Por lo tanto, lo ideal es dejar que nuestro perro dé rienda suelta a su naturaleza. Y haga lo que le pide el cuerpo —sobre todo cuando es inofensivo.

En todo caso, si aún así prefieres que tu perro no lo haga, para que no estropee el jardín o tus plantas, es fundamental que seas muy estricto a la hora de cumplir los horarios de las comidas. Así, el reloj biológico de tu perro se pondrá en marcha sabiendo que tendrá siempre comida a las mismas horas del día. Y también sentirá que no tiene la necesidad de guardar sus alimentos bajo tierra.

Asimismo, si tienes dos o más canes en la familia, asegúrate de que los tratas con equidad. Es decir, que cada uno tiene sus juguetes, sus alimentos, su cama, sus accesorios… Así evitarás que compitan entre ellos y que perciban que sientes preferencia por alguno de ellos.