Dicen que los ojos son el espejo del alma. Y lo cierto es que esa afirmación funciona tanto para los humanos como para nuestros queridos ARISTOPETS. Entre personas, las miradas pueden sustituir a las palabras. Los ojos no mienten. En el caso de las mascotas, la mirada y la expresión facial es su forma de comunicarse con el mundo y, en especial, con sus ARISTOPADRES. Sin contar, por supuesto, con los ladridos y los maullidos de nuestros mejores amigos.
Lo interesante es que esta afirmación popular (los ojos son el espejo del alma) ha cobrado una nueva dimensión a raíz de un pequeño estudio que se publicó el pasado 19 de octubre en la Scientific Reports1.
El estudio afirma que los perros tienen una sensibilidad especial hacia la atención de los humanos. Y asegura, después de experimentar con 24 perros de diferentes razas y en diferentes momentos vitales (desde cachorros de 1 año a perros senior de 12), que los perros se comunican con nosotros mediante sus expresiones faciales.
¿Pensabas que esa mirada irresistible de tu cachorrito era casual o innata? Pues la ciencia demuestra que no. Cuando tu perro te mira con unos ojos capaces de derretir el casquete polar… te está diciendo mucho más de lo que imaginas. Bien para establecer una conexión más profunda contigo, bien para pedirte algo sutilmente, o bien para demostrarte su afecto incondicional.
El experimento, como decíamos, contó con la colaboración de 24 perros. Cada uno fue situado en una habitación, donde había una persona a un metro de distancia, guardando silencio absoluto. Una cámara de vídeo registraba la situación. Durante ese encuentro la persona interactuaba de cuatro formas diferentes con el perro. Primero, le tendía comida en la mano, mirándolo fijamente. A continuación, repetía la operación, mirando al can, pero sin comida de por medio. En tercer lugar, le ofrecía comida sin mirarlo. Y, para terminar, ni lo miraba ni le ofrecía comida. En los casos en los que no había contacto visual, la persona fijaba la mirada en un punto de la pared y permanecía ajena a las reacciones del perro. Este procedimiento se realizó dos veces con cada perro, en días alternos.
Las expresiones faciales de todos los perros se analizaron con el sistema DogFACS, desarrollado ad hoc por el Dog Cognition Centre. Este sistema se inspira en la versión humana: el Facial Action Coding System, que identifica los cambios faciales asociados a los movimientos musculares. El sistema registró que el número de expresiones faciales perrunas se duplicaba cuando la persona les miraba, frente a cuando no lo hacía. Que dichas personas llevaran o no comida, parecía no afectarles lo más mínimo a los perros.
Los resultados no pueden ser más interesantes. Ya que, además, difieren de las conclusiones de estudios previos, que aseguraban que los perros demostraban mayor excitación cuando se trataba de comida que cuando se trataba de personas que no les prestaban atención.
Yendo a un hallazgo concreto, según el estudio actual, no existe ninguna evidencia de que haya una correlación entre bajar las cejas y sentir tristeza. Los perros lo hacen y nos parece irresistible. Pero no quiere decir que estén tristes. Simplemente lo hacen porque intentan que su mirada sea más atractiva cuando estamos cerca, cuando los estamos mirando. Haya o no comida. Quieren mantener el contacto visual para comunicar todo lo que llevan dentro de sus corazones.
Este estudio abre las puertas a estudios sucesivos. Plantea interrogantes cuyas respuestas nos acercan a aprender a identificar e interpretar los signos que llevan a cabo los perros. Ahora sabemos que intentan decirnos algo cuando estamos cerca. Pero falta saber, por ejemplo, si los perros modulan esos gestos y expresiones faciales dependiendo de la persona con la que se encuentren. ¿Varía realmente su expresión (en caso de que esto suceda) cuando ven a su ARISTOPADRE? ¿Y cuando se hallan ante un perfecto desconocido? ¿O ante un niño? Y además de eso, ¿influye la expresión facial o la actitud de quien los mira? ¿Cambiarán sus gestos cuando alguien les sonríe? ¿O cuando la presencia de una persona resulta amenazante? ¿Cuando la persona está triste? Hay estudios que aseguran que entienden lo que les decimos y cómo se lo decimos, por lo que tampoco parece muy disparatado…
Queda mucho por saber, pero poco a poco estamos más cerca de conocer mejor los misterios que rodean a nuestros amigos peludos. Si quieres leer sobre otros estudios interesantes relacionados con los ARISTOPERROS, haz clic aquí.
