El debate sobre los llamados «perros potencialmente peligrosos», siempre esta presente en relación a lo que conlleva la tenencia responsable y sobre si todo el mundo está preparado o no para tener un perro de estas características.
Este debate no es solo una cuestión nacional, sino que en el ámbito internacional también se produce. En la mayoría de casos, los gobiernos no alcanzan ninguna conclusión. Pero recientemente nos llegaba una noticia inspiradora desde Holanda, donde el gobierno ha llegado a la conclusión, después de un trágico accidente, que es necesario educar a los dueños.
De manera que a partir de 2018, todo aquel que quiera comprar o criar ejemplares de perros potencialmente peligrosos tendrá que realizar un curso obligatorio para adiestrarlos. Sin la atención adecuada, todos esos perros se consideran por el gobierno holandés de alto riesgo para la comunidad, debido a su fortaleza y resistencia. Martin van Dam, secretario de Estado de Economía, ha anunciado la medida, que incluye un registro de los ataques. Y advierte que «los Ayuntamientos deben estar alerta y aplicar las nuevas normas, aunque lo esencial es que los dueños sean responsables con sus mascotas».
Y es que, como siempre se dice, el problema no es de los perros, sino de los dueños. Un perro no es, por sí mismo, malo ni violento. No tiene tendencia destructiva. Puede ser fuerte, grande, imponente, pero su instinto natural no es el de hacer daño. De hecho, muchos de ellos conviven en familia y son fieles, cariñosos y adorables. Seguro que muchos ARISTOPADRES podéis dar fe de ello. El problema es que, desafortunadamente, muchos criadores y dueños no les enseñan correctamente —quizás no por falta de voluntad, sino de conocimiento y de la formación adecuada. Así como que otros, por desgracia, les entrenan para que sean agresivos (por ejemplo el Pit Bull Terrier americano fue criado, en origen, para peleas). Pero la culpa no es de los canes, sino del trato que reciben y del uso que se les da.
De ahí que el gobierno holandés haya decidido que, en adelante, quien quiera tener un perro de estas características deba formarse, prepararse y contar con los conocimientos adecuados. Para garantizar la seguridad de la sociedad y satisfacer las necesidades emocionales y cognitivas del perro. Una idea que la sociedad holandesa ha recibido con conformidad. Y que quizás deba tomarse como referencia. Porque… ¿qué dice la legislación española sobre la tenencia de animales potencialmente peligrosos?
La Ley 50/1999, de 23 de diciembre, sobre el régimen jurídico de la tenencia de animales potencialmente peligrosos, aborda la regulación normativa referente a la tenencia, adiestramiento y manejo de animales potencialmente peligrosos, para preservar la seguridad de personas, bienes y otros animales. Los requisitos más importantes para conseguir dicha licencia administrativa, que tiene una validez de cinco años, son:
a) Ser mayor de edad.
b) No haber sido condenado por delitos de homicidio, lesiones, torturas, contra la libertad o contra la integridad moral, la libertad sexual y la salud pública, asociación con banda armada o de narcotráfico.
d) Disponer de capacidad física. Eso implica: capacidad visual y auditiva; el sistema locomotor y neurológico; dificultades perceptivo-motoras, de toma de decisiones, o cualquier otra afección que pueda suponer una incapacidad física para garantizar el dominio del animal.
d) Disponer de aptitud psicológica. Eso implica no sufrir trastornos mentales y de conducta; dificultades psíquicas de evaluación,percepción y toma de decisiones y problemas de personalidad o cualquier otra afección que limite el pleno ejercicio de las facultades mentales necesarias.
e) Formalizar un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros con una cobertura no inferior a 120.000 €.
Se mencionan las medidas de seguridad que debe cumplir la persona que los conduzca y que lleve consigo la licencia administrativa. A saber:
1. Estar debidamente identificados con microchip e inscritos en el Registro Municipal de animales potencialmente peligrosos.
2. Llevar obligatoriamente bozal apropiado para la tipología racial.
Ser controlados con cadena o correa no extensible de menos de 2 metros.
etc, pero, como veis, nada hace mención a cursos o a formación específica para poder cuidar, atender y controlar a los Pit Bull Terrier, Staffordshire Bull Terrier, American Staffodshire Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu y Akita Inu debidamente.
¿A qué habrá que esperar para que se siga el ejemplo de Holanda? Aunque no es el único país del que tenemos mucho que aprender. Portugal es un gran ejemplo de ello.