Hay muchas formas de colaborar con asociaciones o protectoras de animales, y una de ellas es ser casa de acogida. Esto implica darle un hogar temporal a un animal que lo necesite hasta que encuentre una familia definitiva.
Las casas de acogida son una ayuda imprescindible para las protectoras, que siempre tienen las instalaciones a tope. Estas acogidas permiten que los animales tengan una vida digna hasta que sean adoptados, que adquieran nuevos hábitos de convivencia y además permiten que los refugios tengan más espacio para dar cobijo a más animales. Además, hay protectoras que no disponen de un albergue propio, por lo que en estos casos las acogidas son todavía más fundamentales.
Existen muchas causas por las que un animal puede necesitar una casa de acogida, entre ellas:
– La protectora no tiene refugio propio
– El refugio está saturado y no puede dar cabida a todos los animales
– Animales recién nacidos: Los animales menores de un mes necesitan atención constante, sobre todo si están separados de sus madres, y en un refugio no pueden tener estos cuidados
– Cachorros: Aunque no sean recién nacidos los cachorros necesitan a alguien que les eduque, les enseñe a convivir y a socializar, además de tener tiempo para jugar con ellos y mantenerles activos
– Animales con problemas de comportamiento: Los animales que provienen de entornos o experiencias traumáticas necesitan una casa de acogida para poder reintegrarse y tener una segunda oportunidad
– Animales enfermos: Si el animal tiene alguna enfermedad el refugio no va a poder atenderle como necesita por lo que una casa de acogida es la mejor opción temporal para ellos.
Por supuesto cualquier animal puede necesitar una casa de acogida, una perrera o refugio no es el lugar ideal para nadie, pero los casos que acabamos de comentar son los que más urgencia requieren.
Para un animal abandonado una casa de acogida es una oportunidad de oro. Gracias a ti van a tener todas sus necesidades cubiertas, comida, una cama, cariño… La mayoría de los animales de acogida necesitan cuidados especiales, ya sea porque tienen alguna enfermedad, están desnutridos, o simplemente sean muy asustadizos, por lo que tendrás que ofrecerles un extra de atención. Si has decidido ser casa de acogida para recién nacidos, también tendrás que alimentarlos cada dos horas, y asegurarte de que se están desarrollando correctamente.
Durante la acogida, es muy frecuente que la asociación se haga cargo de los gastos económicos del animal, incluyendo su manutención y las visitas veterinarias que necesite. Tendrás apoyo continuo por su parte, resolverán cualquier duda que te pueda surgir y llevarán un seguimiento cercano. También son ellos los que se encargarán de buscarle adopción a tu animal de acogida, aunque tu puedes implicarte en ese proceso tanto como quieras.
Ser casa de acogida, por supuesto, es una responsabilidad. Rocío, desde la protectora Hogar de Paz, hace hincapié en que ser casa de acogida conlleva una responsabilidad con el animal que acoges. La protectora se encarga de todos los gastos y costes veterinarios, pero la acogida NO es una forma de tener una mascota sin compromiso, hay que mirar por el bienestar del animal. La acogida siempre se lleva a cabo a mediante un contrato con la protectora, y hay que ser consciente de que una adopción es un proceso que lleva tiempo, por lo que el animal puede estar contigo durante meses. También recomienda no ofrecer una casa de acogida por un tiempo fijo determinado, porque es muy perjudicial para el animal tener que volver al refugio cuando ya se estaba habituando a tener un hogar.
Una vez el animal encuentre una casa definitiva, siempre va a dar pena tener que despedirte de ellos, pero haberles dado la oportunidad de salir de la calle, saber que muy posiblemente les hayas salvado la vida y que ahora tienen una familia que lo van a cuidar de la mejor de las maneras es muy reconfortante. Y si no puedes imaginarte despidiéndote de él, puedes ser tú mismo quien le de un hogar definitivo a través de la adopción 🙂
Hay muchos perros y gatos malviviendo en la calle que te estarán infinitamente agradecidos si les haces un hueco en tu casa hasta que encuentren una familia para siempre. Desde ARISTOPET te animamos a que vivas de primera mano esta experiencia tan enriquecedora. Si te interesa puedes ponerte en contacto con la protectora Hogar de Paz, a través de su email hogardepazanimales@gmail.com, su teléfono 615 964 586 o sus redes sociales, u otras protectoras como la Protectora Nueva Vida o la protectora Villa Pepa