Ya lo dice el refrán: «más vale tarde que nunca». Y en nuestro país, por fin, están empezando a cambiar las cosas para las mascotas. En ARISTOPET estamos muy felices de poder escribir estas líneas. Nos parece una de las mejores noticias para estrenar el año.
Hace unas semanas el Congreso de los Diputados aprobó de forma unánime el cambio el régimen jurídico de los animales. Así los animales dejan de ser considerados cosas (algo absolutamente surrealista a ojos de cualquiera), para empezar a ser seres vivos, dotados de sensibilidad.
Los animales han logrado que se consiga lo imposible: que una proposición impulsada por un partido cuente con todos los apoyos parlamentarios necesarios para poder modificar el Código Civil, la Ley de Enjuiciamiento Civil y la Ley Hipotecaria.
Una reforma que clamaba al cielo, debido a las incoherencias entre el Código Penal y el Código Civil. Mientras el primero distinguía desde 2013 entre los daños efectuados a las mascotas y los cometidos contra las cosas; el segundo seguía obviando que los animales son seres vivos con sensibilidad propia… y los consideraba «bienes semovientes». Algo absolutamente paradójico, teniendo en cuenta que a nivel europeo, el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea reconoce en su artículo número 13 que los «animales son seres sintientes».
¿Cómo afectaba a las mascotas su «cosificación»?
Hasta la fecha, los animales que vivían en España eran «cosas». O lo que es lo mismo: «bienes inmuebles». Lo que quiere decir que podían ser embargados, como un vehículo, un apartamento o una obra de arte. Y que, asimismo, podían constituir un lote de una herencia, en base a su valor económico.
En caso de divorcio o ruptura familiar, existía un vacío legal sobre qué hacer con la mascota. No existía ningún tipo de normativa que se pudiera aplicar para determinar quién se quedaba con la mascota.
Por lo que las mascotas se hallaban en un limbo legislativo, convertidas en simple mercancía, con un determinado valor monetario.
¿Qué va a cambiar cuando se efectúe la reforma?
Por suerte, ahora que se inicia la reforma, tras su admisión a trámite, todo esto va a cambiar. Por fin nos incluimos en el grupo de países que ya han cambiado la consideración legal de los animales. Países como Portugal, de cuyo caso ya os hablamos aquí hace unos meses, Suiza, Austria, Alemania y Francia.
La propuesta planteada por el grupo popular apuesta por describir a los animales en términos positivos, a la manera de los códigos civiles de nuestros vecinos de Francia y Portugal. Eso significa, entre otras cosas, que se les diferencia de las personas y de otras formas de vida, como las plantas. Se les dará un estatus diferente para que estén más protegidos. Tendrán más derechos, por lo que sus dueños también tendrán más obligaciones.
Cuando la reforma vea la luz, se habrá modificado la Ley Hipotecaria, con lo que los animales ya no podrán hipotecarse. Así como la Ley de Enjuiciamiento Civil, para que los animales no puedan volver a embargarse, en caso de impago por parte de sus dueños. También se establecerán preceptos para determinar, el régimen de custodia de los animales de compañía, en caso de que una pareja de ARISTOPADRES rompa definitivamente su vida en común.
Así que, como ves, empezamos el 2018 con muy buenas noticias. ¡Y estamos seguros de que este es solo el principio!