Hay objetos de nuestra vida que cotidiana que están ahí y parece que siempre lo han estado. Desconocemos quién los inventó, cuándo, por qué. Simplemente están ahí. Sin embargo, hoy en ARISTOPET queremos revelarte la identidad de la persona que inventó la puerta para gatos, también conocida como gatera. Esa puerta que permite que tu ARISTOGATO campe a sus anchas, entre y salga cuando quiera.
Pues a Isaac Newton, ni más ni menos, se le «ocurrió» esta genial idea. Según cuenta Cyril Aydon, en “Historias curiosas de la ciencia”, mientras el científico trabajaba en sus investigaciones, su gata no dejaba de maullar para entrar y salir de la casa. A Newton esto debía de resultarle bastante molesto porque le dificultaba la concentración, aunque seguramente también le sabía mal no poder dedicar a su gata todo el tiempo necesario. Así que decidió hacer un agujero en la parte inferior de la puerta para que su gatita pudiera salir y entrar las veces que quisiera. La leyenda agrega que Newton cubrió los agujeros con fieltro para evitar el exceso de luz que le molestaba durante sus experimentos, lo que convirtió su invento en el precursor de la gatera moderna.
Estos agujeros primitivos derivaron, con el paso de los años, en los actuales paneles con bisagras y muelles que ofrecen protección contra el viento y la lluvia. Y en los casos más sofisticados, incluso a gateras que son controladas electrónicamente o gateras que cuentan con identificación por radiofrecuencia para leer el microchip que tiene implantado el animal.
Así que le debemos mucho a Newton en esta materia. Bueno, y en tantas otras. Porque como sabéis Newton fue un físico, filósofo, teólogo, inventor, alquimista y matemático. Describió la ley de la gravitación universal y estableció las bases de la mecánica clásica mediante las leyes que llevan su nombre.
A menudo llaman a Newton «el científico más grande de todos los tiempos». De él se ha dicho que «fue el más grande genio que ha existido y también el más afortunado, dado que sólo se puede encontrar una vez un sistema que rija el mundo».
Hoy en ARISTOPET descubrimos que, además, probablemente era todo un ARISTOPETER, ya que se preocupó por el bienestar de su gata e ideó un sistema para facilitarle la movilidad y los desplazamientos. Seguramente, en el momento, no fue consciente de lo que acababa de pasar en su casa… al hacer ese agujero en la puerta. ¡Pero revolucionó el estilo de vida de los ARISTOGATOS!