La noticia del «brexit» conmocionó a miles y miles de ciudadanos de la Unión Europea. Han sido unos meses de incertidumbre, de pensar en qué hacer y cómo, para llevar a cabo un proceso para el que no hay un camino claro. La carta que remitió hace unas semanas Theresa May al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, constataba la firmeza de la decisión e instaba a iniciar ya la salida.
Mucho se ha hablado al respecto. Sobre las consecuencias, sobre todo económicas, que tendrá la salida de Reino Unido de la Unión, para ambos. Y aunque eso es, sin lugar a dudas, importantísimo. En ocasiones, el tema se reduce a simples cifras y se olvidan las consecuencias que esta ruptura tiene para las personas.
En ARISTOPET, pensando siempre en nuestras amadas mascotas, vamos un paso más allá y nos preguntamos, no sin inquietud, qué consecuencias tiene esta decisión en la vida de nuestros ARISTOPETS.
Puede pensarse que este es un detalle menor, si se compara con lo que está por venir. De hecho, el portavoz del Ejecutivo comunitario Alexander Winterstein demostró no haber pensado al respecto (responde vaguedades), cuando un periodista británico de Euractiv se interesó por saber cómo de prioritario era el estatus de las mascotas a la hora de plantear la negociación de divorcio entre Londres y Bruselas. Aquí podéis ver el momento en cuestión (y ojo a las risitas de los demás periodistas. ¡Incomprensibles!):
Pero a nosotros no deja de inquietarnos. Más que nada, porque la libertad de movimiento de los 250.000 ARISTOPERROS y ARISTOGATOS que transitan cada año entre Reino Unido y los 27 países de la Unión está en el aire. Es una realidad. No sabemos qué va a pasar. Y no parece que este tema esté en la agenda de nadie.
Hasta ahora, los perros, los gatos y los hurones pueden moverse libremente por la Unión Europea, siempre que vayan acompañados de sus dueños y estén debidamente provistos de un pasaporte para mascotas. Un sistema que, curiosamente, inició el Reino Unido, donde la rabia se erradicó hace años, y que la UE en su conjunto adoptó en el 2012.
El pasaporte para mascotas nos afecta, y mucho, en España. En nuestro país residen unos 308.820 británicos. Y en 2016, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), recibimos a 17,8 millones de turistas del Reino Unido. Por lo que este país es el principal lugar de procedencia de los turistas que vienen a España. Muchos de ellos, además, lo hacen con sus animales de compañía. Seguramente, en adelante, el proceso será más complicado.
Si lo vemos a la inversa, unos 200.000 españoles residen actualmente en territorio británico. Muchos de ellos ya tienen consigo a sus mascotas. Y otros quizás estaban pensando en hacerlo cuanto antes, tan pronto como su situación profesional se asentara. Pero ¿y ahora? El panorama, sin duda, es mucho más incierto.
Por desgracia, desconocemos lo que va a pasar. Y poco podemos hacer. Salvo instar a las instituciones y a sus representantes a que tengan en cuenta durante las negociaciones que sus decisiones no solo afectan a las economías, al comercio, al turismo, a la diplomacia… sino ante todo a las personas. Y, por ende, a todos aquellos que comparten su vida con ARISTOPERROS, ARISTOGATOS y hurones.
Hasta que sepamos qué ocurre, no está de más ir mirándose la normativa actual para viajar con mascotas entre países no miembros de la Unión Europea…