Hoy queremos presentaros a otros ARISTOGATOS que nos encantan y que se merecen un post para ellos solitos: los gatos Ragdoll. Su nombre proviene del inglés y significa «muñeca de trapo». Por muy sorprendente que pueda resultar este nombre, hay una explicación. La descubres en cuanto coges a uno en brazos. Y es que los Ragdoll se relajan extremadamente. Cuando los coges, es como si su cuerpo dejara de pertenecerles.
Su origen se remonta a 1960 y Riverside (California, EE.UU.), donde una gata de Angora Turco, llamada «Josephine», se cruzó con un gato Sagrado de Birmania, llamado «Daddy Warbucks». Durante la gestación «Josephine» sufrió un accidente de tráfico sin consecuencias para su salud ni, aparentemente, para la de los cachorros. Pero lo cierto es que los animales que nacieron eran de un tamaño mayor del esperado y sus características hicieron que la criadora, Ann Baker, mostrara un gran interés por los nuevos ejemplares, ya que además poseían una especial característica: eran tremendamente dóciles y manejables, se relajaban en los brazos como auténticas muñecas de trapo (ragdoll). De ahí tomó el nombre esta raza, a la que se llegó tras cruces con estos ejemplares.
La raza fue homologada en los Estados Unidos en 1965. En 1971, Ann Baker fundó la Internacional Ragdoll Cat Association (IRCA). En 1969 llegaron a Gran Bretaña dos ejemplares procedentes de los criaderos de Ann Baker, y a partir de ahí al resto de Europa. La raza fue reconocida por la Federación Internacional Felina (FIFe) en 1992.
¿Cómo son los Ragdoll?
En general, los ejemplares de Ragdoll son grandes, sólidos, fuertes y musculosos. Suelen pesar entre 4,5 y 9 kilos. Sus patas traseras son más largas que las delanteras, además de con largos mechones en los espacios interdigitales. Su cola es larga y tupida.
En cuanto al pelaje, observamos que es semilargo, suave, sedoso, más abundante en el collar, los pantalones y los flancos. Existen cuatro colores clásicos: seal, azul, chocolate y lila, aunque actualmente están surgiendo otras variedades. Sobre estos colores se dibujan tres patrones, que definen los tres tipos principales de Ragdoll:
- Colorpoint: color típico de Siamés, con los extremos (o «points») más oscuros que el resto del cuerpo.
- Mitted (guanteado): Es un colorpoint, pero con guantes blancos en las cuatro patas.
- Bicolor: es quizá el más vistoso y reconocible. Se trata de un colorpoint, pero con una uve invertida blanca en la cara, cuyo pico pasa por la mitad de los ojos. Sus patas son blancas, así como el pecho y el vientre. El color definitivo no se alcanza antes de los dos años de edad y se oscurece con el paso del tiempo.
La cabeza de los Ragdoll es mediana, ancha, ligeramente en cuña, redondeada. De frente es redondeada y tiene los carrillos bien desarrollados. El hocico es medianamente largo y la nariz dibuja un ligero arco en el tercio superior. El mentón está bien desarrollado. Sus orejas son medianas, anchas en la base y redondeadas en la punta. El cuello es corto y fuerte. Uno de los atributos que más notables de los Ragdoll son sus preciosos ojos de un azul intenso. Ese momento en el que los tienes en brazos, totalmente entregados, y mirándote… es mágico.
¿Cómo es el carácter de los Ragdoll?
El carácter de los Ragdoll es adorable. No se parecen a ningún otro gato en el mundo. Son tranquilos, afectuosos, bonachones, dóciles… Le encanta la compañía y aborrece la soledad y el ruido. Se lleva bien con sus congéneres y con los perros. En definitiva: un animal ideal con el que convivir.
¿Cómo cuidar a los Ragdoll?
Cuidarlos es muy sencillo. Porque los Ragdoll tienen un temperamento extremadamente dulce, dócil y amable, que hace que todo parezca fácil. Por ello pueden ser el gato ideal para muchos tipos de personas, desde gente que nunca ha tenido un gato o no tiene mucha experiencia con ellos, familias con niños, gente que vive en casas con o sin jardín, personas mayores, e incluso personas que ya tengan otras mascotas en casa.
Por lo demás, no requieren ningún cuidado especial. Solo hay que preocuparse por el mantenimiento de su pelaje, que requiere cepillarlo y peinarlo con frecuencia.
Esperamos que después de conocer a los Ragdoll, te gusten tanto como a nosotros. Si te has quedado con ganas de conocer a más ARISTOGATOS, te presentamos a los Maine Coon y a los Munchkin.