Estos días se ha dado a conocer una noticia que, como ARISTOPETERS, nos preocupa mucho. Queremos compartirla por si con nuestro granito de arena podemos contribuir a visualizar aún más el problema y que se acelere la solución. Y es que, al parecer, el Centro de Protección Animal del Consistorio de Madrid está más que saturado. Por lo que la situación de los pobres ARISTOPETS que se refugian allí es complicada. Mientras que la de los que “aspiran” a encontrar allí un hogar provisional es todavía peor. Porque, literalmente, desde el centro están rechazando su entrada. ¿Por qué está pasando esto?
Hace un año entró en vigor en la Comunidad de Madrid la llamada “Ley de Sacrificio Cero”. Esta legislativa popular fue impulsada por la protectora “El refugio” y supuso un gran paso en la defensa de los derechos de los animales ya que prohíbe tácitamente el sacrificio de perros y gatos. Algo que sin duda fue un hito. Eso sí: no exento de desafíos.
Los refugios y centros de acogida que cuidan de perros y gatos deben, por supuesto, cumplir unos estándares de habitabilidad, en lo que respecta a comida e higiene, fundamentalmente. La entrada en vigor de esta ley conlleva, necesariamente, que cada vez haya más habitantes de cuatro patas en estos lugares, que —insistimos— deben estar a la altura de unas condiciones mínimas. Las preguntas que eso genera son inevitables:
¿Cómo se logra que los perros y gatos rescatados vivan en buenas condiciones, si cada vez son más? Sí, ampliando los establecimientos destinados a su cuidado. Pero…¿cómo? ¿Cuentan los centros con recursos y financiación suficiente para poder hacer esto?
Además, si bien la ley fue impulsada por la Comunidad es competencia de los ayuntamientos. A disposición de los que la Comunidad de Madrid ha puesto una partida de ayudas para las protectoras que, según fuentes de la misma, alcanzan el millón de euros. Ayudas que los ayuntamientos podrán solicitar según sus necesidades. Entonces, ¿por qué el Centro de Protección Animal del Consistorio de Madrid está en este punto? Desde el ayuntamiento sostienen que las subvenciones son insuficientes. Mientras que la Comunidad asegura que el ayuntamiento no ha solicitado las ayudas (cosa que podía hacerse directamente aquí, aunque el trámite está fuera de plazo). El centro de protección aduce que no han solicitado las ayudas porque son tan pequeñas que no servirían para afrontar las demandas reales de la situación actual. Según ellos, resolver el problema de la falta de espacio requiere una inversión que no pueden asumir, ni con sus medios ni con las subvenciones, lo que ha provocado que el centro esté colapsado y que se esté negando el refugio a animales que se han quedado sin hogar.
Las consecuencias de esta situación ya son de por sí graves, pero pueden serlo más. El bienestar de las mascotas deja de estar garantizado, pues como dice el proverbio indio “cuando los elefantes se pelean, es la hierba la que sufre”. Y en este caso es más que evidente que las víctimas de esta pugna de dimes y diretes son las mascotas. A ellos les afecta mucho que la solución a este problema tarde poco o mucho en llegar. Y lo peor de todo: están a nuestra merced, no pueden poner fin a este conflicto por sí mismos. Así que desde ARISTOPET pedimos por favor que se haga todo lo posible desde todos los organismos para resolver la situación de este Centro. Al margen de colores, de ganar o perder la intención de voto, lo que está en juego es el bienestar y la salud de muchísimos ARISTOPERROS y ARISTOGATOS. Por lo que esperamos de corazón que se alcance cuanto antes un acuerdo.